¿Qué es el consumo responsable y como ser un mejor consumidor?

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Si te interesa saber qué es el consumo responsable y cómo consumir mejor, este artículo te ayudará a conocer los conceptos a mayor profundidad y espero que también a motivarte para aplicar los cambios que sean necesarios en tu comportamiento cotidiano para contribuir en este sentido.

La necesidad de impulsar el consumo responsable es tan grande, que está reconocido dentro de la definición del objetivo 12 de los 17 objetivos de desarrollo sostenible establecidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que han sido adoptados por la mayoría de los países de nuestro planeta.

Este décimo segundo objetivo se refiere a la producción y consumo responsable.

Sin embargo, aunque pueda parecer evidente existen pocas referencias a la mano sobre lo que es y lo que implica el consumo responsable.

¿Qué es el consumo responsable?

Empecemos por desglosar este concepto compuesto por las palabras “consumo” y “responsable”.

Primero revisemos qué significa consumo

De acuerdo con la RAE, el consumo se refiere al uso de comestibles u otros bienes para satisfacer necesidades o deseos, o bien a la acción de gastar energía o un producto energético.

Ahora veamos qué significa ser responsable

Hay varias maneras de definir responsabilidad que vienen al caso al hablar de consumo responsable.

La primera tiene que ver con la perspectiva de asumir la consecuencia de nuestras acciones.

La segunda, que resulta un tanto más innovadora, aunque de todas maneras la encontramos relacionada en los diccionarios, se orienta a nuestra capacidad para responder de manera consciente a lo que sucede a nuestro alrededor.

Esta definición, nos dice que ser “responsable” se refiere a: 
Una persona que pone cuidado y atención en lo que hace o decide.

Por último, podemos relacionar la palabra responsable como una persona que tiene a su cargo la dirección o vigilancia de un trabajo.

Nuestra responsabilidad compartida en materia de sostenibilidad

Ya hablamos un poco sobre conceptos y definiciones, aunque bien vale la pena enmarcar un poco más el término central de este post con la sostenibilidad como esa capacidad para satisfacer nuestras necesidades presentes sin comprometer nuestra capacidad para satisfacer nuestras necesidades futuras.

Mi definición de consumo responsable

El consumo responsable es aquel tipo de consumo que se realiza a partir de una reflexión profunda sobre las alternativas, implicaciones y efectos por parte de las personas que lo realizan, tomando la decisión de optar por la opción más sostenible.

¿Que significa ser un consumidor responsable?

Habiendo revisado lo que significa el consumo responsable, es momento de enfocarnos en el nivel individual.

Para ser un consumidor responsable, debes pensar en las implicaciones de tus acciones para con tu propia persona y con tu entorno.

Te invito a reflexionar.

¿De todos tus consumos, qué porcentaje los haces considerando las implicaciones más allá de la satisfacción de la necesidad o deseo?

¿Te interesa ser un consumidor más responsable?

¿Qué podrías cambiar para lograrlo?

¿Cuando compras o consumes reflexionas sobre las implicaciones?

Cómo ser un consumidor responsable

¿Es fácil ser un consumidor responsable?

No tiene por qué ser realmente dificil, pero tampoco puedo decirte que sea realmente fácil.

Cambiar nuestros hábitos puede llegar a ser una tarea titánica que hay que abordar poco a poco para llegar al objetivo final.

Además, una complejidad que seguramente se te presentará en tu camino a tener un consumo más responsable está por supuesto el precio.

Los productos y servicios producidos con un enfoque de sostenibilidad suelen ser más costosos que aquellos producidos sin este tipo de consideraciones.

Además de los propios procesos productivos, existen otros costos asociados como las certificaciones que avalan que esos productos realmente tomaron en cuenta responsabilidades ambientales y sociales en su desarrollo.

Si empiezas a cambiar pequeñas cosas en tus hábitos de consumo, como comprar en mercados locales.

El poder del consumidor en el consumo responsable

Como consumidores, posiblemente tenemos mucho más poder del que nos damos cuenta. 

Podemos decir que todos los días votamos por lo que compramos, como si comprar fuera una elección política.

¿De qué manera es esto cierto?

Pues es fácil, cada peso o dólar que gastas estás dando un voto de confianza a quien compras ese producto o servicio.

poder del consumidor

La periodista especializada en asuntos del consumidor Brenda Chávez, autora del libro Tu consumo puede cambiar el mundo, explica que: 

“A través de nuestro consumo, podemos recompensar modelos de producción justos y responsables. Votar para elegir a nuestros representantes es algo que hacemos cada algunos años, pero comprar es algo que hacemos todos los días. Entregamos nuestro dinero a una serie de empresas y, a veces, este dinero beneficia a los sistemas productivos que, si supiéramos qué tipo de normas operan, probablemente lo pensaríamos dos veces al respecto «.

¿Qué impactos puede tener adoptar un estilo de consumo responsable?

Existen dos grandes fuerzas que mueven los mercados. La oferta y la demanda. 

Como consumidor, tú representas a la demanda.

Es fácil pensar cosas como: Soy solo una persona, ¿qué cambio podría darse realmente si yo elijo algo diferente? Existen millones de otros consumidores que no harán cambios ¿por qué debería esforzarme, pagar más o cambiar mis hábitos?

Cada persona es responsable de sus propias acciones y cada granito de arena cuenta para construir una montaña y finalmente una cordillera.

Al realizar tus consumos de manera más consciente y tomar responsabilidad sobre tus acciones puedes contribuir, entre otros factores a disminuir tu huella de carbono y por lo tanto al calentamiento global, así como reducir el uso de materiales contaminantes como el plástico y otros desperdicios nocivos para el entorno.

7 acciones que puedes hacer para el consumo responsable

Además de las 7 acciones que te comparto para un consumo más responsable, puede interesarte llevar el estilo de vida a otro nivel haciendo que tu hogar sea una casa ecológica.

1. Reduce tu consumo

Siempre considera la primera de la regla de las 3 R (erres), o de las 5, o de un montón más de recomendaciones para tener una vida más sostenible. 

Si no lo necesitas, no lo compres. 

Si lo necesitas, revisa si hay alguna alternativa que puedas reutilizar.

En caso de que no exista una alternativa a la mano entonces sigue con las siguientes recomendaciones.

2. Piensa dos veces antes de comprar algo, infórmate sobre cómo se produjo eso que estás comprando

Investiga, en esta era del conocimiento y la información en tiempo real, puede ser tan fácil como sacar tu smartphone.

Existen varias páginas que te pueden ayudar a tomar decisiones más informadas respecto a dónde provienen los bienes y servicios que compran, sus prácticas de producción y otros datos relevantes para tu elección.

A final de cuentas, todas las reflexiones y consejos que te presento aquí para tener un consumo más responsable se relacionan con este punto.

Reflexiona bastante al momento de comprar algo.

3. Considera el ciclo de vida de los productos y servicios.

Cada día está más de moda hablar sobre economía circular, centrada en la capacidad de reutilizar los materiales y los componentes de los productos y servicios sin generar desperdicios.

reusar para un consumo responsable

Cada producto y servicio tiene un ciclo de vida e implicó distintos procesos para su producción y consumo.

Piensa también en los envases. Hay algunos que son más reutilizables que otros.

Evita los plásticos y otros envases desechables de un solo uso. 

En caso de que sean ineludibles, elige aquellos con mayor posibilidad de reciclaje (Marcados con el número 1) o bien que sean biodegradables u orgánicos.

Habrán momentos en los que quizás no puedas evitarlos, en este caso, mi recomendación es que más que darte de golpes en el pecho, tomes una nota interna para la próxima vez tener un recipiente reutilizable a la mano.

4. Mejora tus hábitos de alimentación

Es muy probable que comas al menos 3 o más veces al día, por 365, son más de 1,000 comidas al año.

Si cada vez que te alimentas tomas mejores decisiones, estarás haciendo más de mil pequeñas elecciones positivas en un año.

Algunos negocios de comida para llevar están comenzando considerar a vender empaques a un sobre precio, los cuáles pueden ser recuperados en un siguiente pedido. 

Esto implica una logística compleja, pero puede traer consumidores más leales, además de reducir de manera significativa la basura.

4. No vayas solo por precio

Definitivamente el precio suele ser un factor importante a la hora de elegir un producto o servicio sobre otro.

A final de cuentas muchas veces tenemos un presupuesto limitado o topado y tenemos que tomarlo en cuenta a la hora de elegir.

Un ejemplo muy fácil de ver es con la ropa. Claramente la de mayor calidad dura más, por lo que quizás podrías reutilizar una buena prenda varias veces más que una de mala calidad.

Además, la ropa barata ha estado asociada con procesos poco sostenibles tanto social como ambientalmente a nivel internacional.

5. Ahorra agua y energía

Con una acción tan simple como apagar la luz cuando sales de casa o cerrar la llave mientras te enjabonas, estarás haciendo cambios significativos al consumo de recursos fundamentales para la vida y que suelen generar impactos importantes para llegar hasta tu apagador o tu llave.

ahorro de agua

Piénsalo. Cada vez que prendes la luz, muy probablemente esa energía sea el resultado de procesos de quema de combustibles fósiles, particularmente en países en vías de desarrollo.

El agua también tiene que ser extraída de algún lugar, ya sea de los mantos acuíferos en el subsuelo o de algún ecosistema que seguramente se verá afectado por tu consumo de manera directa o indirecta.

6. Compra localmente

Al comprar localmente, contribuyes a múltiples beneficios en materia de consumo responsable, particularmente en términos ambientales y socioeconómicos, así que vale la pena abordarlos de manera particular.

Beneficios ambientales del consumo local

Entre los beneficios ambientales de consumir productos locales se encuentran el ahorro energético y la reducción de gases contaminantes provocados por el transporte desde sitios lejanos. 

Además, también se reducen los materiales utilizados en los empaques y embalajes debido a la protección en el transporte. 

Esto es particularmente relevante con productos alimentarios, pero también aplica a otras categorías.

Beneficios socioeconómicos del consumo local

El consumo local de productos alimentarios de temporada, puede tener impactos importantes en la economía local y las cadenas de valor de las zonas rurales, mejorando la calidad de vida de las comunidades productoras. 

Adicionalmente, la medición de beneficios relacionada con la trazabilidad, o la capacidad de identificar las prácticas utilizadas en la producción, se vuelve más sencilla con productos comprados en el mercado local.

La economía de un lugar o una región puede verse multiplicada sustancialmente al promover el consumo local, ya que los ingresos generados se mantienen dentro de la región, generando empleo, gasto y riqueza en el lugar.

Al incrementarse los ingresos y la demanda local, se incentiva la oferta y se generan sinergias y círculos virtuosos entre productores y consumidores, con la ventaja subyacente de una posible reducción en costos de producción y transporte desde lugares lejanos.

¿Qué beneficios trae el consumo responsable?

Ser consciente de lo que consumes y hacerlo de manera más responsable, genera una serie de beneficios tangibles tanto para ti como para el mundo.

Como ya lo mencionamos, cada vez que compras algo estás dando un voto de confianza a una empresa o fórmula de producción.

En la medida que todos compremos cosas más responsables, tenderán a crecer ese tipo de productos y servicios e inclusive podrían lograr ser más competitivos y bajar sus precios, al mismo tiempo que los productos menos sostenibles dejan de ser rentables y tienen que cambiar a fórmulas de producción más responsables para continuar en el mercado. 

Seamos honestos, muy posiblemente seguirán ahí, aunque idealmente mejoradas. 

Cambiando algunos hábitos de consumo, como evitando la comida para llevar, apagando la luz cuando sales de un cuarto o cerrando la llave del agua mientras te enjabonas, puedes generar ahorros importantes para tu economía y para el mundo.

A simple vista puede parecer que algunos de los productos y servicios responsables son más caros, y muy posiblemente si tenga un mayor precio, pero al momento de considerar su durabilidad o los posibles efectos en la salud que podrían afectar en el largo plazo, quizás sean más económicos.

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